Es uno de los temas de actualidad en el sector de la tecnología, pero aún hay detalles que no nos quedan del todo claros. Hacemos un repaso de los aspectos clave de la famosa “Tasa Google”.
Lo primero es saber con exactitud qué es la tasa Google; es un impuesto que afecta a operaciones realizadas por grandes empresas tecnológicas como por ejemplo Google, Facebook o Amazon. Se establece un tipo del 3% para servicios de publicidad e intermediación en línea y la venta de datos obtenidos a partir de información proporcionada por el usuario. Este impuesto, afecta a empresas con ingresos medios mundiales de al menos 750 millones de euros y en España más de 3 millones de euros. Por otro lado, quedan fuera de este impuesto empresas de comercio electrónico, las ventas de bienes o servicios contratados en línea y determinados servicios financieros.
¿Cómo afecta al consumidor la Tasa Google?
El consumidor no se verá afectado ya que no se grava al usuario de los servicios digitales. Pero según los expertos si que podría suponer una barrera de entrada al mercado para start-ups y pymes al resultarles más caro acceder a determinados servicios. La tasa Google cargará hasta 665 millones a los consumidores.
Hace un año, el Gobierno de España calculaba que la recaudación con este impuesto sería de 1.200 millones de euros anuales, pero hoy en día y según adelantó la Autoridad Independiente de la Responsabilidad Fiscal la recaudación se ha rebajado a 968 millones de euros.
El impuesto no se recaudará hasta finales de año ya que la OCDE se ha dado de plazo hasta finales de año para crear una tasa que supere las trabas que pone Donald Trump. Los que no hagan frente al impuesto podrán llegar a pagar hasta el 0,5% del importe neto de la cifre de negocios del año anterior. Ni Estados Unidos ni las patronales tecnológicas están de acuerdo con la tasa Google.
Por otro lado, en Europa, Francia ha sido uno de los primeros países en adoptar esta tasa, pero el año pasado se vio obligado a congelarla para llegar a un acuerdo con Estados Unidos. Mientras, la Comisión Europea trabaja en la creación de un impuesto común para todos los países miembro.
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