Un buen estratega empresarial es una figura fundamental en cualquier empresa moderna y que quiera tener éxito en el siglo XXI. Se trata de personas que saben cómo dar impulso a un negocio, detectar nuevas oportunidades, establecer metas y objetivos, y marcar el camino para conseguirlos; son profesionales que saben analizar el entorno empresarial y mejorar también su eficacia y competitividad, aprovechando las nuevas herramientas tecnológicas (por ejemplo, implementando en la empresa una app de partes de trabajo).
Por eso, en este artículo vamos a analizar en profundidad qué es un estratega empresarial, cuáles son sus cualidades principales, y cómo elaborar un plan estratégico empresarial de éxito que impulse nuestro negocio y abra nuevas oportunidades.
Contenido
¿Qué es estratega en una empresa?
Un estratega de empresa es un profesional con múltiples cualidades que es capaz de detectar rápidamente y con antelación oportunidades -y también errores y puntos de mejora- y establecer las pautas y objetivos a seguir para sacarles provecho, desarrollando una visión estratégica empresarial y un plan de actuación, y supervisando su ejecución.
Una persona con buenas dotes tácticas se pone al frente de los problemas de la empresa y comienza la búsqueda de soluciones; es también una persona que busca crear grupo y cohesión interna, que sabe motivar al personal y sacar provecho de sus puntos fuertes y capacidades, y que se anticipa a los riesgos y a los tiempos de crisis preparando a la empresa y logrando que ésta salga más fuerte y airosa.
No olvidemos también que un estratega corporativo conoce la competencia, está al tanto de los cambios en el mercado, y se informa sobre las nuevas técnicas y tecnologías que surgen en el ámbito empresarial, para saber cómo aprovecharlas y aplicarlas a la empresa. Son, por tanto, expertos en detectar nuevas tendencias, nichos y oportunidades de negocio, capaces de ver las necesidades de los clientes e incluso de anticiparse a sus demandas… En definitiva, una persona con cualidades imprescindibles en cualquier empresa.
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¿Cómo ser un estratega empresarial?
Ser un estratega empresarial no es algo que pueda estudiarse en una universidad o en un máster, ni un puesto que podamos conseguir mediante un ascenso; hablamos de una persona que, dentro de su ámbito laboral y profesional, posee determinadas cualidades que le hacen destacar y ser un activo de valor para cualquier empresa. Para lograr llegar a ser quien guía el trabajo de toda una empresa, hay que trabajar varios aspectos tanto a nivel personal como profesional e, incluso, social. Veamos de forma resumida algunas de sus principales características:
- Disciplina y orden: es fundamental que sea disciplinado con sí mismo y que sepa ordenar sus tareas e ideas.
- Capacidad de anticipación: un buen estratega de empresas se anticipa a lo que ha de venir y hace planes para prepararse para el futuro.
- Planificación: una persona con cualidades tácticas para la planificación de una compañía necesita forzosamente ser capaz de elaborar y gestionar planes y métodos para conseguir las metas que se propone.
- Creatividad: creatividad e innovación son dos cualidades intrínsecas. Sin ellas no podrá enfrentarse a los retos que surjan ni encontrar soluciones.
- Capacidad de organización: este tipo de personas saben perfectamente evaluar los recursos disponibles, y distribuir tareas, tiempos y recursos para conseguir sus fines.
- Transparencia: dada su enorme responsabilidad, un estratega empresarial necesita ganarse la credibilidad y la confianza de quienes le rodean; y para ello, es fundamental ser claro y transparente, y guiarse por unos principios éticos y de trabajo.
- Capacidad comunicativa: de nada sirve ser el mejor a la hora de realizar planes y llevar a cabo metodologías enfocadas a los negocios, si no sabemos transmitirlas y compartirlas con otros.
- Capacidad negociadora: se debe ser un hábil negociador y tener la capacidad de mediar en todo tipo de situaciones.
- Objetividad: debe dejar a un lado su ego, sus prejuicios y sus ideas preconcebidas, para enfocarse en los objetivos; sólo así conseguirá estar por encima de los problemas y conseguir los resultados que se propone.
- Autoconfianza: resulta imposible ser un buen estratega si no se tiene confianza en uno mismo, en sus capacidades y posibilidades, y si no se cuenta con la fuerza y el optimismo necesarios para creer que es posible salir adelante.
- Liderazgo: sin duda, otra de las grandes cualidades de un estratega de una compañía es contar con la capacidad de hacerse escuchar, y de convencer a los demás de que le sigan.
¿Qué es una estrategia empresarial? Ejemplos
Una estrategia empresarial es un método de trabajo que se propone alcanzar determinados objetivos mediante un plan o una hoja de ruta, que establece la meta o metas a lograr y los fundamentos o bases para lograrlo; esto implica también fijar unos plazos de actuación, unas metas estratégicas por divisiones o áreas de trabajo dentro de la empresa, unos responsables de cada tarea, y unos indicadores de seguimiento.
Un ejemplo de plan estratégico empresarial sería el de una empresa que busca destacar frente a la competencia, por ejemplo, creando productos diferenciados del resto, resaltando las cualidades que ofrecen un valor único a los clientes potencialmente interesados.
Para lograr este objetivo, la compañía puede establecer un plan que incluya técnicas de marketing y comunicación que den a conocer el nuevo producto y sus ventajas, estableciendo unos plazos para conseguir sus objetivos, determinando a las personas o al departamento responsable del plan, y estableciendo indicadores que midan el éxito del plan (por ejemplo, en base a las ventas y beneficios logrados).
¿Cómo lograr un buen plan estratégico empresarial?
Entre las acciones a contemplar por un buen estratega empresarial, está el de elaborar la estructura de un plan estratégico empresarial. Y no es fácil; por eso, es importante seguir una serie de pautas y directrices que garanticen su viabilidad y su éxito. Algo fundamental en un plan estratégico es, por ejemplo, darle la flexibilidad necesaria para poder enfrentarse a escenarios alternativos a los previstos inicialmente, o de lo contrario el plan podría bloquearse y fracasar sin ni siquiera haberse terminado de desarrollar por completo.
Dicha flexibilidad debe incluir la posibilidad de extender los plazos de ejecución, de suspender o postergar determinadas tareas, o incluso de cambiar los objetivos estableciendo otras alternativas, sin olvidar crear un equipo profesional de reserva ante posibles contingencias.
Un estratega empresarial ha de saber tomar decisiones, y hacerlo en base a las consecuencias que acarrearía cada una de las alternativas (aquí la información resulta vital). No olvidemos tampoco la importancia de la comunicación, de saber transmitir los beneficios y oportunidades que traerá el plan estratégico para la empresa.
Desde luego, en todo plan es fundamental contar con un presupuesto propio para su ejecución, y saber gestionarlo y administrarlo eficazmente para lograr las metas propuestas. De forma similar, también es clave la evaluación y la gestión adecuada de los recursos materiales, técnicos y humanos de la empresa.
En un mundo empresarial cambiante y donde cada día surgen nuevas oportunidades e innovaciones, es absolutamente fundamental para cualquier empresa saber adaptarse a los cambios del mercado, maximizar su eficacia, y sus resultados. Como ya dijimos antes, todo estratega empresarial debe conocer las herramientas tecnológicas disponibles -incluyendo los softwares de gestión y digitalización empresarial– para preparar su plan estratégico, mejorar la competitividad de la empresa, y conseguir destacar frente a la competencia. Sólo así, tendrá éxito.